9 mejores formas de blanquear tus dientes amarillos en casa manera natural

Dr. Alberto Fernández Aiora

Antes de entrar en los remedios caseros, debes saber que no deben utilizarse todos estos métodos al mismo tiempo. Elige uno y cíñete a él.

Además, si tienes problemas con los dientes, puede que el blanqueamiento casero no sea para ti. Siempre puedes consultarlo antes con tu dentista para asegurarte. El blanqueamiento dental es bonito, pero el cuidado de los dientes es más importante.

blanquear tus dientes amarillos en casa manera natural

Cuidar adecuadamente tus dientes todos los días es crucial para que estos remedios funcionen, así que no dejes de ver este vídeo para ver qué errores comunes puedes estar cometiendo en tu rutina diaria de cuidado bucal. Definitivamente es revelador y útil, y ahora vamos a sumergirnos en estos remedios DIY para blanquear los dientes de forma natural en la comodidad de tu propia casa.

#9 – Fresas

Casi todo el mundo sabe que las fresas son súper deliciosas y saludables, pero ¿sabías que también son estupendas para aclarar los dientes? Eso se debe a que son ácidas, lo que, por si aún no te has dado cuenta, es estupendo para blanquear los dientes.
La forma más fácil de utilizarla es coger una fresa madura y machacarla con una cuchara. Cepíllate los dientes con esta pasta durante unos minutos para eliminar las manchas amarillas, puedes hacerlo una vez al mes.

¿Y ya que estás? ¿Por qué no añades un poco de bicarbonato a la mezcla?

En este caso, debes triturar una fresa con media cucharadita de bicarbonato de sodio, mezclarlos, mojar el cepillo de dientes en la mezcla y cepillarte los dientes con ella. No olvides dejar la mezcla sobre los dientes unos cinco minutos. Después enjuágate la boca con agua y repite esta operación una o dos veces por semana.

#8 – Prueba a aplicarte bicarbonato sódico y zumo de limón en los dientes

El bicarbonato de sodio elimina muy bien las manchas superficiales de los dientes, haciéndolos más anchos. El limón contiene vitamina C, conocida por aclarar los dientes, por no mencionar que los limones tienen propiedades antibacterianas que matan los microorganismos que viven en tu boca.

La forma correcta de combinar estos dos ingredientes sería poner una pizca de bicarbonato de sodio en tu cepillo de dientes y luego añadir unas gotas de zumo de limón sobre él para conseguir unos dientes brillantes y relucientes.

No utilices este método de blanqueamiento más de una vez a la semana. Es suficiente para conseguir el efecto deseado y mantener tu esmalte sano al mismo tiempo.

También puedes mezclar una cucharadita de bicarbonato con dos de agua y cepillarte los dientes con la pasta. Esta combinación proporciona una limpieza más suave, por lo que puedes repetir este procedimiento con un poco más de frecuencia, dos veces por semana.

#7 – Utiliza peróxido de hidrógeno para blanquear los dientes

El peróxido de hidrógeno es básicamente un agente blanqueador. Por lo tanto, es imprescindible para blanquear los dientes. Sin embargo, antes de usar peróxido de hidrógeno, asegúrate de que tus dientes no son demasiado sensibles.

Si estás listo, simplemente moja un bastoncillo de algodón en el peróxido y frótalo suavemente sobre los dientes, pero ten cuidado porque esta técnica de blanqueamiento no se recomienda para un uso frecuente, ya que puede dañar el esmalte

Con hacerlo una o dos veces por semana sería suficiente.

Si no quieres arriesgarte a dañarte los dientes, siempre puedes encontrar en la tienda una pasta de dientes con peróxido de hidrógeno. Así no tendrás que preocuparte por la sensibilidad de tus dientes, porque el peróxido de hidrógeno se equilibra con otros ingredientes.

El peróxido de hidrógeno también puede utilizarse como enjuague bucal antes de cepillarte los dientes. Para ello, asegúrate de utilizar una solución al 1,5 por ciento o al 3 por ciento. Otras opciones posibles son el gel de peróxido de hidrógeno o incluso las tiras blanqueadoras de dientes. Así que hazte con peróxido de hidrógeno en cualquiera de sus formas y disfruta de tu nuevo té blanco como la nieve.

#6 – Prueba con levadura en polvo y zumo de limón

Pero recuerda la regla de oro: no lo dejes sobre los dientes más de dos minutos porque dañará tu esmalte. Después de un par de semanas utilizando este tratamiento casero una o dos veces por semana. Tus dientes estarán tan cegadores que tendrás que advertir a la gente que se ponga unas gafas de sol antes de sonreírles.

El polvo de hornear elimina las manchas de la superficie de los dientes y el zumo de limón, como ya hemos dicho, tiene múltiples componentes que aclaran los dientes. Sólo tienes que mezclar una cucharadita de levadura en polvo y una cucharadita de zumo de limón recién exprimido y cepillarte los dientes con la pasta; esta mezcla hará maravillas en sólo dos minutos.

#5 – Prueba la pasta dentífrica con sal marina y zumo de limón para blanquear los dientes

Otro gran componente para un remedio casero para blanquear los dientes es la sal marina, ya que contiene muchos minerales y elementos importantes, como calcio, magnesio y hierro, entre otros.

La sal marina también tiene propiedades antibacterianas, que refrescan tu aliento y protegen tu esmalte. Así que si quieres comprobar por ti mismo estos sorprendentes efectos, mezcla en un cuenco media cucharadita de sal marina y un poco de zumo de limón recién exprimido con una pequeña cantidad de dentífrico. Aplícate la mezcla en los dientes y déjala actuar durante un minuto antes de enjuagarte bien la boca. Como con la mayoría de los procedimientos de esta lista, repítelo una o dos veces por semana.

#4 – Zumo de limón y agua

Una mezcla a partes iguales de zumo de limón y agua te ayudará a devolver la blancura a tus dientes y a desinfectar completamente tu cavidad bucal. Para probarlo, mezcla una cucharadita de agua con una cucharadita de zumo de limón recién exprimido. Cepíllate bien los dientes con los líquidos combinados, y luego acláralos. Después vuelve a cepillarte los dientes, esta vez con tu dentífrico habitual.

Hazlo sólo una vez a la semana. Otro método posible es aplicar la mezcla de agua y limón directamente sobre los dientes y dejarla allí como una mascarilla durante unos diez minutos.

Una vez transcurrido el tiempo, enjuágate la boca con agua. Puedes hacer esto dos veces por semana para obtener mejores resultados.

#3 – Prueba con vinagre de sidra de manzana y agua

El vinagre de sidra de manzana es un poderoso agente limpiador y desinfectante que elimina las manchas y mata todas las bacterias de la boca. Sólo tienes que diluir media cucharadita de vinagre de sidra de manzana en un vaso de agua y utilizar este enjuague bucal casero cada mañana antes de cepillarte los dientes.

No te preocupes, el agua equilibra la acidez del vinagre, así que no pasa nada por utilizar esta mezcla a diario. Otro método igualmente eficaz es frotar directamente vinagre de sidra de manzana sobre los dientes

Déjalo actuar unos cinco minutos y luego enjuágate la boca con agua.

Sin embargo, puedes hacer esta versión más concentrada sólo una vez a la semana, por supuesto, porque el vinagre puede romper el esmalte dental. Así que ten cuidado.

#2 – Prueba la leche en polvo y la pasta de dientes

Los productos lácteos, especialmente la leche, mejoran significativamente la salud de tus dientes. Esto se debe a que la leche contiene calcio y fósforo, que favorecen la remineralización del esmalte dental. Puedes incluir más productos lácteos en tu dieta.

Utiliza leche en polvo para cepillarte los dientes y combínala con tu dentífrico para conseguir un efecto aún mejor. Pon un poco de dentífrico en el cepillo, añade un poco de leche en polvo y cepíllate los dientes.

Hazlo una o dos veces a la semana para que tus dientes estén blancos y fuertes.

#1 – Prueba el dentífrico sal marina bicarbonato sódico y zumo de limón

Está muy bien utilizar estos potentes remedios uno por uno, pero ¿por qué no combinarlos todos y hacer un super remedio? Con esta combinación específica estarás bien si tienes cuidado, porque tiene un equilibrio suficientemente seguro de componentes ácidos y alcalinos, así que esto es lo que debes hacer: mezcla una cucharada de pasta de dientes, una pizca de sal marina, un poco de bicarbonato sódico y cuatro o cinco gotas de zumo de limón en un cuenco.

Cepíllate los dientes con esta mezcla durante cuatro o cinco minutos.

Verás la diferencia en un solo uso, pero no te emociones demasiado. Ese resultado inmediato se debe a que este tratamiento es ¡POTENTE!

Puedes utilizar este método sólo una vez cada dos meses. El efecto durará bastante tiempo.

Así que no te pases y dañes tu pobre esmalte y ahí lo tienes conseguir la sonrisa perfecta es mucho más fácil de lo que crees.

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